Ya no hay excusas y hoy la 'canarinha' debe imponer el peso de la tradición para alejar los fantasmas que la rodean y presentar su candidatura al título
Los galones, el peso de la tradición, la posesión y, claro, Neymar. Esta es la fórmula que Brasil pretende aplicar hoy para desactivar el ‘jogo bonito’ colombiano y conseguir clasificarse para las semifinales de ‘su’ Mundial. Los anfitriones necesitan hacer un lavado de cara para evitar un susto contra una de las grandes sensaciones de la competición.
Scolari ha predicado una vuelta a las esencias brasileñas para echar un pulso a los ‘cafeteros’ allí donde se han mostrado infalibles en los cuatro partidos que han ganado en esta Copa del Mundo: el fútbol leve, alegre y de buen trato con el balón.
Brasil quiere ser el Brasil de siempre. Aquel que impone, no solo porque lleva cosidas cinco estrellas en el pecho, sino por su juego avasallador. Los internacionales canarinhos han estado haciendo terapia estos días con la psicóloga Regina Brandao. El diván ha ayudado, por el elemento determinante, según Scolari y Parreira, tiene que ser el balón.
Infografía: MARC CREUS / FABIÁN CABRERA
En Brasil, hay una gran polémica sobre el desequilibrio emocional que está castigando el equipo y que fue latente en el partido de los cuartos de final. Mitos, como el capitán en México 70, Carlos Alberto Torres, ha puesto el dedo en la llaga. “El equipo llora cuando canta el himno, cuando se lastima, cuando tira penaltis… ¡basta ya de llorar, necesitamos alegría!”, proclamó.
El técnico gaucho, sin darle la razón, sí que considera que hay que cambiar la forma de jugar. Aunque Felipao es de principios conservadores –se niega, por ejemplo, a mudar el esquema táctico– y coquetea con el resultadismo nunca ha sido un profeta del catenaccio o ha aplicado tácticas propias del ‘mourinhismo’. La comisión técnica brasileña está aún ruborizada por el ‘jogo británico’, de pases largos y sin centrocampismo mostrado ante Chile. Neymar y Fred quedaron en tierra de nadie, y la ‘canarinha’ perdió todos sus referentes ofensivos.
Paulinho, que había perdido su condición de titular, es el elegido para substituir al sancionado Luiz Gustavo, el gran protegido del técnico. El objetivo de la ‘canarinha’ es poblar el medio del campo y que, principalmente, Oscar gane más protagonismo, saliendo del área de confort donde se ha situado durante todo el Mundial. Los brasileños consideran que Fernandinho, Paulinho, Oscar, Hulk, apoyados por Dani Alves y Marcelo por los flancos, pueden ganarle la partida a Cuadrado, Aguilar, ‘La Roca’ Sánchez y James Rodríguez.
Si Brasil alía un poco de fútbol a la intensidad mostrada hasta ahora, Colombia puede desvanecerse. El conjunto de José Pékerman sufre cuando no tiene el balón en su poder, porque está hecho para atacar, para triangular y romper con la velocidad de Cuadrado y el fino toque de James Rodríguez. Y precisamente, los números oficiales de FIFA indican que los ‘cafeteros’ solo ha tenido un 48% de la posesión, por un 54% de Brasil. Aquí, según Scolari, puede estar una de las claves del encuentro.
Otra sería mejorar los porcentajes de acierto ofensivo. Los colombianos son los segundos máximos realizadores del torneo mundialista con 11 tantos (tres más que la ‘canarinha’), pero chutan menos que la Seleçao (11, 5 por 17,5 por encuentro). Y aquí, Fred o explota o muere, porque la paciencia de Scolari empieza a agotarse. El plan B de Brasil tiene como víctima el delantero del Flu. En su lugar entraría Henrique (Nápoles) para poder pasar a un esquema 3-5-2, con tres centrales marcadores y Alves y Marcelo jugando permanentemente en el centro.
Joaquim Piera| 4.7.2014 | 04:05h.
Fuentes: http://www.sport.es/es/noticias/mundial-futbol/brasil-llega-hora-verdad-3351780
https://twitter.com/diarioas
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